La otra cabecera de principios de los ochenta que destaca por, al menos, la recuperación de una parte del archivo de la editorial, es Bruguelandia (1981-1983). Dirigida por Matías Guiu, mezclaba material reaprovechado con nuevas entregas de series habituales de la casa, pero su verdadero tesoro estaba en el encarte central, donde con el título genérico de Comic-Story profundizó en sus 29 números en la obra de los principales creadores de la historieta humorística y realista de Bruguera.
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¿Nadie se ha planteado hacer una revista con material de archivo, historietas nuevas de Mortadelo, Superlópez y Pafman, y un poco de material escrito de divulgación del mundo de la historieta? tal como evolucionan las cosas, podría ser una publicación interesante, dirigida a varios segmentos de público.
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