El periodista Fran G. Matute entrevista al maestro Francisco Ibáñez, en una larga y extensa charla que os enlazamos a continuación. Entrevista publicada en el nº 16 de la revista Jot Down.
Francisco Ibáñez. Foto © Jorge Quiñoa
Empecemos con una pregunta fácil, insustancial: ¿Qué sería de la vida sin humor?
¡Oh! Pues sencillamente no sería vida. Sería un vía crucis tremendo y espantoso, imposible de llevar. Es que no lo concibo siquiera.
¿Y sin Súper Humor?
¡Pues menos todavía, claro! Sin eso, menos todavía. Además, Súper Humor es precisamente una de las colecciones mías que tiene más éxito. O sea, que yo, en mi propia vida, sin Súper Humor, el Olé y los Magos del Humor no concibo la vida en absoluto [risas].
¿Te molesta que te identifiquen como un humorista?
Es que eso de clasificar a la gente y tal… Mira, yo conozco a mucha gente que tiene una gracia espantosa, a la que se le podría llamar humorista. Gente que en las reuniones te revuelcas de risa con ellos. Sobre todo en nuestro país, que la gente tiene una gracia tremenda. Sin embargo, esa misma persona, si tratara de hacer una historieta, de traspasar su humor al papel, pues ese humor se le atascaría.
Hay gente que tiene una gracia tremenda que no se dedica al humor, y luego estamos algunos que nos dedicamos al humor pero que tenemos muy poca gracia. A veces mi mujer me dice: «Van a tener razón los que creen que eres un genio, porque aquí en casa tienes un genio que no hay quien te aguante» [risas].
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