miércoles, 27 de abril de 2011
Los Cromos de Bruguera en el Telediario
El pasado domingo, en el Telediario de La 1, el de las 15:00 horas, se emitió un reportaje sobre los Cromos de Bruguera, que acaba de reeditar Ediciones B. Aquí os dejamos el video.
"Dibujando era el hombre más feliz del mundo, un oficio que le hacía disfrutar". Entrevista a Manuel Cuyàs Gibert
Hoy tenemos como entrevistado especial, a Manuel Cuyàs Gibert (1952, Mataró), que nos va a hablar sobre la figura de su padre Manuel Cuyàs Duran (1922-2005, Mataró). Un autor de enorme talento, que Ediciones B, tiene el placer de recuperar unas de sus mejores creaciones gráficas, “Cristina y sus amigas”.
Estas fueron sus palabras.
- Cómo definiría la obra de su padre, su estilo de dibujo? ¿Qué es lo que más le gustaba dibujar en su tiempo libre?
Definiría el dibujo de mi padre como realista, inspirado en los grandes ilustradores catalanes de la poca de la República, que serían Junceda, Apeles Mestres, la gente que colaboraba en la revista Papitu, Patufet, donde él se formó. Mi sensación es que los dibujos de mi padre tienen tanto movimiento, que si miras una viñeta, verás que los personajes siempre están en movimiento. Se inspiró mucho en el cine, sobre todo el de su época, la etapa del cine mudo, y el de los años treinta, del expresionismo alemán, y sobre todo de la estética de Hollywood copiada del expresionismo alemán; esas películas de Errol Flyn (uno de sus ídolos), porque en aquellas películas había mucho movimiento.
Mi padre profesionalmente dibujó casi toda su vida para Bruguera, antes había hecho publicidad, que no le gustaba nada. En sus ratos libres lo que hacía era dibujar gente, retratos realistas, encargos: el niño que hacía la primera comunión, el matrimonio que hacían 25 años que se habían casado. Tiene una producción enorme, todas las casas de Mataró están llenas de dibujos de mi padre. Siempre dibujaba a pluma, primero a lápiz y después a pluma. También paisajes, siempre estaba dibujando; miraba la televisión y siempre dibujando: a su mujer, a un objeto. Cuando se jubiló, cuando le tocaba por su edad, añoró las chicas de Landers School, Cristina y sus amigas, sus niñas.
-Con la recuperación de la obra de su padre, con Cristina y sus amigas ¿cree qué se va reconocer por fin su obra?
Habrá sobre todo chicas que redescubrirán aquellos dibujos de cuando eran niñas. Mi padre era un dibujante de primera línea. Sobre reconocer su obra, no, no creo, porque la estética ha cambiado mucho, el tipo de dibujo que se hace ahora es totalmente distinto, no creo que la sensibilidad de ahora sea la misma.
-¿Cómo fue su relación con Antonio Turnes, el guionista de la serie?
Bruguera lo que hacía era nunca poner en contacto a los dibujantes con los guionistas. Mi padre no trabajaba en Bruguera, trabajaba para Bruguera en su casa; nunca había contacto con nadie. Mi padre conoció al equipo de la editorial, Ibáñez, Perich, etc., de encontrárselos en el ascensor, si coincidía el día que iba. Con Turnes Ardanuy (Antonio Turnes), su guionista preferido(Irene fue el otro guionista de la serie), casi no lo conoció, lo que ocurre es que se enviaban mensajillos. Él iba a Bruguera entregaba los dibujos y le entregaban un guión, a veces Turnes en el guión le ponía un comentario: “Sr. Cuyàs, hola Cuyàs muy bien, me gusto mucho”, pero relación ni una, se saludaban pero no se conocían casi nada. En los últimos tiempos conoció a Jaume Perich, Perich le admiraba mucho, él fue uno de los inspiradores de la revista Bang!; el primer número, el 0 (noviembre 1968), está dedicado a mi padre.
Mí padre dibujo para Inglaterra a través de Bruguera y su agencia Creaciones Editoriales. Su contrato decía, mientras él estuviera contratado por la editorial, siempre, siempre tendría trabajo. Cuando flaqueaban los tebeos de aquí, enseguida le daban trabajo para Inglaterra. Entonces ocurrió una cosa, como el dibujo se adaptaba mucho al gusto inglés (Inglaterra, Escocia e Irlanda), fue muy reclamado, la editorial inglesa exigía que fuera mi padre el dibujante, por tanto Bruguera, Creaciones Editoriales, le dieron mucho trabajo para Inglaterra, que es lo que hizo él básicamente. Lo de Cristina y sus amigas, es un trabajo que le duró unos años determinados, y parecía que fueron largos, porque se fue reeditando y reeditando; parecía que siempre estaba haciendo Cristina y sus amigas (antes Landers School), fue lo de menos. El grueso del trabajo lo hacía para Inglaterra, hizo de todo, desde cosas también de niñas, internados, hasta de Frankenstein, Drácula, etc. Para la productora Hammer, que tenía un departamento de cómics, hizo lo de Christopher Lee y toda la temática de ese género.
En Inglaterra ocurría otra cosa, como los sindicatos eran muy fuertes, para evitar protestas sindicales le borraban la firma. A veces firmaba en lugares recónditos para ver si de esta manera no se daban cuenta y le borraban la firma igualmente. No le enviaban la producción impresa, a excepción de alguno, porque alguien fue a Inglaterra y lo consiguió; rogando a una chica de Bruguera que tenía tratos con él, le dio uno a escondidas. Tenía la compensación de que siempre tenía trabajo.
- ¿Cómo fue su trayectoria en Bruguera, en la agencia Creaciones Editoriales para la creación de Cristina y sus amigas?
Entró por meritos propios, le ligaron a un contrato que cumplió siempre, él fue muy feliz; una vez superado el disgusto del coloreado, la rotulación y los recortes. Dibujando era el hombre más feliz del mundo, era un oficio que le hacía disfrutar mucho.
-Otro de los grandes trabajos de Cuyàs fue Astroman, con Víctor Mora y Andreu Martín ¿Qué cree que aportó a esa serie? ¿Cómo la definiría?
Eso fue un trabajo de ciencia-ficción, en el que destacaría el dibujo y el movimiento, y una cierta ironía. Pienso que eso es lo que aportó.
-Entre los dibujantes que su padre admiraba de la profesión se encontraba Junceda, ¿Qué otros autores de su generación sentía devoción?
Junceda era el nº 1 para mi padre, siempre, siempre, no hay nadie más; y de contemporáneos suyos, había Opisso y demás, pero él siempre Junceda, no le sacabas de aquí. Le gustaba mucho el dibujo, observaba mucho a la gente que dibujaba; hubo una hornada de nuevos autores catalanes, como “Las tres mellizas” (Roser Capdevila), que mi padre valoraba muchísimo. Estaba muy al tanto de lo que se hacía, y valoraba un tipo nuevo de dibujo que empezó por aquel entonces, sobre todo ilustraciones de libros infantiles. Ya veía que empezaba a formar parte de una generación pasada, y que estaba surgiendo un nuevo dibujo, que es actualmente el que se está haciendo, veía que se estaba acercando una nueva modernidad.
-Su padre dibujó aventuras románticas, colecciones para la infancia, novelas famosas como Oliver Twist ¿Qué cree más que le hubiera gustado dibujar en su carrera como artista?
La ilustración de libros le gustaba muchísimo, porque los libros tenían cierta calidad, los leía, lo que ocurre que cuando descubrió la narrativa del tebeo, fue un mundo nuevo, que se adaptó muchísimo, porque la ilustración de libros es más práctica, de tanto en tanto hay una página donde hay un dibujo. Allá descubrió un sistema narrativo que se asemejaba al cine; pienso que para Bruguera en la colección Historias Selección, su “Isla del Tesoro”, era buenísimo, como no está coloreado, ni retocados, podrás ver al auténtico Cuyàs en estado puro.
-Para finalizar ¿qué les diría a los lectores de hoy sobre Cristina y sus amigas? ¿Qué van a encontrar sus aventuras?¿Por qué lo recomendaría?
Van a encontrar los lectores de hoy, primero un guión de Turnes que estaba muy bien, y unos dibujos fantásticos. Que las historias son ñoñas, ¡claro! Son fruto de ese tiempo. Pienso que estos dibujos y estos guiones se van a valorar más dentro de unos años que ahora. Unos guiones muy bien estructurados, y sobre todo que se fijen en el movimiento de los dibujos.
Muchas gracias por sus amables palabras.
Estas fueron sus palabras.
- Cómo definiría la obra de su padre, su estilo de dibujo? ¿Qué es lo que más le gustaba dibujar en su tiempo libre?
Definiría el dibujo de mi padre como realista, inspirado en los grandes ilustradores catalanes de la poca de la República, que serían Junceda, Apeles Mestres, la gente que colaboraba en la revista Papitu, Patufet, donde él se formó. Mi sensación es que los dibujos de mi padre tienen tanto movimiento, que si miras una viñeta, verás que los personajes siempre están en movimiento. Se inspiró mucho en el cine, sobre todo el de su época, la etapa del cine mudo, y el de los años treinta, del expresionismo alemán, y sobre todo de la estética de Hollywood copiada del expresionismo alemán; esas películas de Errol Flyn (uno de sus ídolos), porque en aquellas películas había mucho movimiento.
Mi padre profesionalmente dibujó casi toda su vida para Bruguera, antes había hecho publicidad, que no le gustaba nada. En sus ratos libres lo que hacía era dibujar gente, retratos realistas, encargos: el niño que hacía la primera comunión, el matrimonio que hacían 25 años que se habían casado. Tiene una producción enorme, todas las casas de Mataró están llenas de dibujos de mi padre. Siempre dibujaba a pluma, primero a lápiz y después a pluma. También paisajes, siempre estaba dibujando; miraba la televisión y siempre dibujando: a su mujer, a un objeto. Cuando se jubiló, cuando le tocaba por su edad, añoró las chicas de Landers School, Cristina y sus amigas, sus niñas.
-Con la recuperación de la obra de su padre, con Cristina y sus amigas ¿cree qué se va reconocer por fin su obra?
Habrá sobre todo chicas que redescubrirán aquellos dibujos de cuando eran niñas. Mi padre era un dibujante de primera línea. Sobre reconocer su obra, no, no creo, porque la estética ha cambiado mucho, el tipo de dibujo que se hace ahora es totalmente distinto, no creo que la sensibilidad de ahora sea la misma.
-¿Cómo fue su relación con Antonio Turnes, el guionista de la serie?
Bruguera lo que hacía era nunca poner en contacto a los dibujantes con los guionistas. Mi padre no trabajaba en Bruguera, trabajaba para Bruguera en su casa; nunca había contacto con nadie. Mi padre conoció al equipo de la editorial, Ibáñez, Perich, etc., de encontrárselos en el ascensor, si coincidía el día que iba. Con Turnes Ardanuy (Antonio Turnes), su guionista preferido(Irene fue el otro guionista de la serie), casi no lo conoció, lo que ocurre es que se enviaban mensajillos. Él iba a Bruguera entregaba los dibujos y le entregaban un guión, a veces Turnes en el guión le ponía un comentario: “Sr. Cuyàs, hola Cuyàs muy bien, me gusto mucho”, pero relación ni una, se saludaban pero no se conocían casi nada. En los últimos tiempos conoció a Jaume Perich, Perich le admiraba mucho, él fue uno de los inspiradores de la revista Bang!; el primer número, el 0 (noviembre 1968), está dedicado a mi padre.
Cristina y sus amigas
Mí padre dibujo para Inglaterra a través de Bruguera y su agencia Creaciones Editoriales. Su contrato decía, mientras él estuviera contratado por la editorial, siempre, siempre tendría trabajo. Cuando flaqueaban los tebeos de aquí, enseguida le daban trabajo para Inglaterra. Entonces ocurrió una cosa, como el dibujo se adaptaba mucho al gusto inglés (Inglaterra, Escocia e Irlanda), fue muy reclamado, la editorial inglesa exigía que fuera mi padre el dibujante, por tanto Bruguera, Creaciones Editoriales, le dieron mucho trabajo para Inglaterra, que es lo que hizo él básicamente. Lo de Cristina y sus amigas, es un trabajo que le duró unos años determinados, y parecía que fueron largos, porque se fue reeditando y reeditando; parecía que siempre estaba haciendo Cristina y sus amigas (antes Landers School), fue lo de menos. El grueso del trabajo lo hacía para Inglaterra, hizo de todo, desde cosas también de niñas, internados, hasta de Frankenstein, Drácula, etc. Para la productora Hammer, que tenía un departamento de cómics, hizo lo de Christopher Lee y toda la temática de ese género.
En Inglaterra ocurría otra cosa, como los sindicatos eran muy fuertes, para evitar protestas sindicales le borraban la firma. A veces firmaba en lugares recónditos para ver si de esta manera no se daban cuenta y le borraban la firma igualmente. No le enviaban la producción impresa, a excepción de alguno, porque alguien fue a Inglaterra y lo consiguió; rogando a una chica de Bruguera que tenía tratos con él, le dio uno a escondidas. Tenía la compensación de que siempre tenía trabajo.
- ¿Cómo fue su trayectoria en Bruguera, en la agencia Creaciones Editoriales para la creación de Cristina y sus amigas?
Entró por meritos propios, le ligaron a un contrato que cumplió siempre, él fue muy feliz; una vez superado el disgusto del coloreado, la rotulación y los recortes. Dibujando era el hombre más feliz del mundo, era un oficio que le hacía disfrutar mucho.
-Otro de los grandes trabajos de Cuyàs fue Astroman, con Víctor Mora y Andreu Martín ¿Qué cree que aportó a esa serie? ¿Cómo la definiría?
Eso fue un trabajo de ciencia-ficción, en el que destacaría el dibujo y el movimiento, y una cierta ironía. Pienso que eso es lo que aportó.
-Entre los dibujantes que su padre admiraba de la profesión se encontraba Junceda, ¿Qué otros autores de su generación sentía devoción?
Junceda era el nº 1 para mi padre, siempre, siempre, no hay nadie más; y de contemporáneos suyos, había Opisso y demás, pero él siempre Junceda, no le sacabas de aquí. Le gustaba mucho el dibujo, observaba mucho a la gente que dibujaba; hubo una hornada de nuevos autores catalanes, como “Las tres mellizas” (Roser Capdevila), que mi padre valoraba muchísimo. Estaba muy al tanto de lo que se hacía, y valoraba un tipo nuevo de dibujo que empezó por aquel entonces, sobre todo ilustraciones de libros infantiles. Ya veía que empezaba a formar parte de una generación pasada, y que estaba surgiendo un nuevo dibujo, que es actualmente el que se está haciendo, veía que se estaba acercando una nueva modernidad.
-Su padre dibujó aventuras románticas, colecciones para la infancia, novelas famosas como Oliver Twist ¿Qué cree más que le hubiera gustado dibujar en su carrera como artista?
La ilustración de libros le gustaba muchísimo, porque los libros tenían cierta calidad, los leía, lo que ocurre que cuando descubrió la narrativa del tebeo, fue un mundo nuevo, que se adaptó muchísimo, porque la ilustración de libros es más práctica, de tanto en tanto hay una página donde hay un dibujo. Allá descubrió un sistema narrativo que se asemejaba al cine; pienso que para Bruguera en la colección Historias Selección, su “Isla del Tesoro”, era buenísimo, como no está coloreado, ni retocados, podrás ver al auténtico Cuyàs en estado puro.
-Para finalizar ¿qué les diría a los lectores de hoy sobre Cristina y sus amigas? ¿Qué van a encontrar sus aventuras?¿Por qué lo recomendaría?
Van a encontrar los lectores de hoy, primero un guión de Turnes que estaba muy bien, y unos dibujos fantásticos. Que las historias son ñoñas, ¡claro! Son fruto de ese tiempo. Pienso que estos dibujos y estos guiones se van a valorar más dentro de unos años que ahora. Unos guiones muy bien estructurados, y sobre todo que se fijen en el movimiento de los dibujos.
Muchas gracias por sus amables palabras.
Nota. Desde aquí agradecemos la colaboración de Rubén Garrido, un experto en la obra de Manuel Cuyàs.
martes, 26 de abril de 2011
Novedades Ediciones B mayo
Tras la finalización del Salón del Cómic y Sant Jordi, Ediciones B ha preparado importantes novedades para mayo, las nuevas entregas de nuestros querido Jan y Francisco Ibáñez, con temas de plena actualidad con sus personajes más emblemáticos. Además contamos con nuevas tomos de Simpson y Jabato, y para las féminas, tenemos una nueva protagonista en la editorial, Lolita Butterfly, de Idoia Iribertegui, que hará las delicias de las más jóvenes. ¡No os los perdáis!
-Superlópez. Elecciones en Kaxim
Jan
Magos del Humor n° 143
Cartoné, 48 páginas, 21,5 x 29,7 cm, color
PVP: 12 €. A la venta el 4 de mayo
Sólo hay dos cosas que nos abocan masivamente al ruido y la furia, mientras otros juegan alegremente en nuestro lugar: el fútbol y las elecciones... De este último fenómeno trata la aventura de Superlópez Elecciones en Kaxim, que transcurre en otro planeta para evitar oscuras sospechas de parcialidad.
-Lolita Butterfly es lo más
Idoia Iribertegui
Colección: La escritura desatada
Para niñas de 8 a 88 años
Rústica, 128 páginas, 12,5 x 19 cm
PVP: 9,95 €. A la venta el 11 de mayo
Lolita Butterfly es lo más. Me llamo Lolita Butterfly. Soy pequeña (la edad no se dice, it's secret) pero tengo la vida planificadísima y orientadísima a lo FASHION, voy a ser LO MÁS...el camino es difícil y lleno de obstáculos. Lee mi diario y descubrirás los sinsabores cotidianos de una fashion-victim incomprendida...en este primer título me meto en un lío gordísimo, ya verás.
Idoia Iribertegui nació en Pamplona (Navarra) en 1973.
Entre 1988 y 1990 gana varios premios de cartelismo, lo que le permite tomar contacto con el mundo de la ilustración y el diseño gráfico. Se traslada a Salamanca en 1991 para estudiar Bellas Artes. Se licencia en la especialidad de diseño gráfico y audiovisual en 1996. Desde entonces vive y trabaja en Barcelona compaginando encargos de diseño gráfico y de ilustración.
En 2002 surge en su cabeza Lolita Butterfly, y desde entonces ha creado todo un universo alrededor de este personaje.
Entre 1988 y 1990 gana varios premios de cartelismo, lo que le permite tomar contacto con el mundo de la ilustración y el diseño gráfico. Se traslada a Salamanca en 1991 para estudiar Bellas Artes. Se licencia en la especialidad de diseño gráfico y audiovisual en 1996. Desde entonces vive y trabaja en Barcelona compaginando encargos de diseño gráfico y de ilustración.
En 2002 surge en su cabeza Lolita Butterfly, y desde entonces ha creado todo un universo alrededor de este personaje.
-Súper Jabato nº 8
Víctor Mora, Francisco Darnís
Cartoné, 136 páginas, 20,2 x 27,7 cm, color
PVP: 17,95 €. A la venta el 11 de mayo
Octava entrega de la recopilación de aventuras aparecidas originalmente en la publicación Jabato Color, que incluye las aventuras El chacal del mar, Haina, la enemiga, El templo de Ra y Los jinetes de la selva. Un nuevo álbum de Jabato en el que brilla con luz propia la magia del tándem formado por Víctor Mora y Francisco Darnís.
-Mortadelo y Filemón. ¡A reciclar se ha dicho!
Francisco Ibáñez
Magos del Humor nº 144
Cartoné, 48 páginas, 21 x 29,7 cm, color
PVP: 12 €. A la venta el 25 de mayo
La crisis aprieta y, cómo no, también ha llegado a las dependencias de la T.I.A. El Súper llama a sus agentes más prescindibles… perdón, más destacados, Mortadelo y Filemón, para que pongan en práctica los nuevos sistemas de aprovechamiento de los materiales. Tendrán que cambiar de medio de tranporte, sustituyendo el vehículo motorizado por el vehículo de cuatro patas, para desgracia de un pobre asno. También reciclarán el envío de mensajes, por medio de una anciana paloma mensajera que acabará siendo la causa de un desastre descomunal.
-Simpson. El Club del Libro de Lisa Simpson
Matt Groening
Magos del Humor Simpson nº 30
Cartoné, 48 páginas, 21 x 29,7 cm, color
PVP: 12 €. A la venta el 25 de mayo
Cuando Lisa decide organizar un Club del Libro en Springfield, sus habitantes demuestran que no tienen muchas ganas de leer, pero sí de contarnos sus propias historias a cual más divertida. Además, ¿qué pasaría si Bart fuera el protagonista de un anime japonés y entrenase a sus propios pokemonos? Todo eso y más en Magos Simpson n.º 30.
jueves, 14 de abril de 2011
Participa en un nuevo concurso, con “Cristina y sus amigas”
Este mes de abril queremos celebrar la recuperación de “Cristina y sus amigas”, de Manuel Cuyàs, con un estupendo concurso. Desde Ediciones B, os animamos a participar.
Las preguntas son las siguientes:
-¿En qué año fue creada “Cristina y sus amigas”?
-Cita al menos tres revistas en las que publico la serie en Bruguera
-¿De qué población era natural Manuel Cuyàs?
Para las respuestas tenéis de plazo hasta el 6 de mayo (inclusive), para mandarnos un e-mail a nuestro buzón factoriadelcomic@ymail.com. En el asunto debéis poner Concurso "Cristina y sus amigas". Todos aquellos que participen entraran en el magnífico sorteo de 5 ejemplares. No olvides indicar tu nombre, apellidos y la población donde resides (los que no lo incluyan no entrarán en el sorteo).
¡Adelante, y a mandar los e-mails!
Las preguntas son las siguientes:
-¿En qué año fue creada “Cristina y sus amigas”?
-Cita al menos tres revistas en las que publico la serie en Bruguera
-¿De qué población era natural Manuel Cuyàs?
Para las respuestas tenéis de plazo hasta el 6 de mayo (inclusive), para mandarnos un e-mail a nuestro buzón factoriadelcomic@ymail.com. En el asunto debéis poner Concurso "Cristina y sus amigas". Todos aquellos que participen entraran en el magnífico sorteo de 5 ejemplares. No olvides indicar tu nombre, apellidos y la población donde resides (los que no lo incluyan no entrarán en el sorteo).
¡Adelante, y a mandar los e-mails!
martes, 12 de abril de 2011
Ante todos ustedes: "Cristina y sus amigas"
Hoy quiero presentaros a las cinco amigas que protagonizan “Cristina y sus amigas”, estoy hablando Cristina, Judith, Lidia, Patricia y Ángela. Cinco chicas que protagonizaron las historias más divertidas, llenas de intriga y misterio; aventuras en las se podía encontrar de todo, desde camaradería, amistad, y algún que otro toque sentimental. La serie que las vio nacer como Landers School, pensionado para señoritas, en 1963, para una de las revistas de Bruguera, Mundo Juvenil, como un producto autóctono y producido por la casa. Posteriormente la serie pasaría a publicarse en Sissi Juvenil y finalmente en la revista Lily, con el nombre de “Cristina y sus amigas”
Están son sus protagonistas:
Cristina
La mayor del grupo, cuida de sus compañeras en ocasiones y se preocupa de ellas. Una muchacha con un gran sentido de la responsabilidad.
Judith
La alumna más traviesa e inquieta de entre sus amigas de Landers School, destaca por su gran imaginación.
Lidia
La más aventajada para la canción, la encanta deleitar a sus compañeras con sus canciones, la gustaría llegar a ser artista.
Patricia
Una bella muchacha, cariñosa, amiga de sus amigas y formal, la menos revoltosa del grupo.
Ángela
La más pequeña de todas, pero muy atenta a todo lo que sucede en la escuela, aunque a veces su miedo ante los problemas imprevistos, le haga pasar malos ratos.
Restaurando a "Cristina y sus amigas". Primera parte
Hoy queremos presentaros la labor de recuperación y restauración de la obra de Manuel Cuyàs, que Ediciones B ha llevado a cabo con “Cristina y sus amigas”. Una obra en la que se ha escaneado los originales de la obra, se ha rotulado de nuevo y se le ha dado un color más acorde con la historia. La serie fue publicada en los años sesenta y setenta en Bruguera, en revistas como Mundo Juvenil, Sissi Juvenil y Lily; de esta última es la que os mostramos la prueba en color, como originalmente fue publicada. Más abajo tenéis la primera página del segundo capítulo que contiene el nuevo el tomo de Ediciones B y con “Cristina y sus amigas”. Las imágenes hablan por si solas.
jueves, 7 de abril de 2011
Ediciones B y sus autores, en el Salón del Cómic de Barcelona
Un año más Ediciones B, estará presente en el Salón del Cómic de Barcelona, del 14 al 17 de abril de 2011, con vuestros autores favoritos, en el stand nº 107, del pabellón 8 de la Fira de Barcelona. A continuación os detallamos los horarios de firmas.
Autores invitados:
Jan, Francisco Ibáñez, Joaquín Cera y Juan Carlos Ramis.
SÁBADO 16
-De 12 a 14 horas, Jan
-De 17 a 19 horas, Francisco Ibáñez
DOMINGO 17
-De 12 a 14 horas, Joaquín Cera y Juan Carlos Ramis
Autores invitados:
Jan, Francisco Ibáñez, Joaquín Cera y Juan Carlos Ramis.
SÁBADO 16
-De 12 a 14 horas, Jan
-De 17 a 19 horas, Francisco Ibáñez
DOMINGO 17
-De 12 a 14 horas, Joaquín Cera y Juan Carlos Ramis
lunes, 4 de abril de 2011
Ganadores del concurso "Los cromos de tu vida”
Una vez finalizado el concurso de "Los cromos de tu vida”, ya tenemos a los ganadores. ¡Felicidades a todos ellos!
Estos son los ganadores:
Ana Salomón Herrero, de Barcelona
El maravilloso mundo de los cromos: Uno se pregunta... ¿qué recuerdos son los más inmediatos de su infancia? Enseguida llegan términos como: el patio, los amigos, la diversión, los juegos, los juguetes y....los cromos. Por mucho que digan, los cromos son el recuerdo que más énfasis le damos, porque gracias a ellos, nuestra memoria realizaba esfuerzos titánicos de retentiva visual y mental colección tras colección.
También fomentaba los campos de la comunicación, el de la búsqueda, el del trueque, el de la economía y sobretodo el campo de la ilusión. Acabar un "Álbum" y ser el primero era todo un logro y una aventura.
Y si todo ello no era suficiente, tenías a tu amiga la "Editorial" para acabar aquellas tremebundas colecciones de cromos a cambio de cromos por sellos de correos sin usar (claro). Si eso no fuese suficiente, siempre quedaban los mercados y mercadillos para el intercambio de cromos. Recuerdo que también en el mundo de los cromos uno empezaba a conocer términos como la "especulación" económica, el "amiguismo" entre grupos, y algún caso que otro de "hipermillonarios" que lucían colecciones dobles y triples con "fajotes de cromos" imposibles de sujetar por mano alguna.
Sin olvidarnos de los 2 tipos de cromos que había...los de "kiosco" a 5 pesetas el sobre o los de "regalo" con productos lácteos, de bollería industrial o de los de la factoría del mal: los cromos de las chuches.
Para terminar, quisiera recordar los tiempos del Imedio, del Uhu o del Pritt, pegamentos todos ellos inolvidables, con los que administrábamos las dosis exactas para pegar aquellos cromos de cartón a aquellas hojas tan finas de los álbumes.....hasta que llegaron los "cromos adhesivos".
Eran tiempos divertidos, los cromos potenciaban la amistad y desarrollaban campos tales como la creatividad, el descaro y el coleccionismo...... sólo un niño sabe el "valor" de "aquel" cromo que le hizo feliz... inmensamente feliz... tanto que lo enseñaba a sus amigos como si de un tesoro se tratase. ¡Que vivan los cromos!
-Francisco López Cámara, de Puerto Sagunto (Valencia)
Mis tres álbumes favoritos son “La abeja Maya", de Danone 1978, “Érase una vez el hombre" de Pacosa 1979 y “Festival del dibujo animado” de 1980.
El álbum de la abeja Maya constaba de 96 cromos y el cromo que nunca salía era el 87. Recuerdo como mi madre habló con la de la tienda de mi barrio para que me lo pudiera conseguir. La tendera me dio un fajo de más de 100 sobres de cromos para que mirara si estaba allí. Por suerte, los sobres de Danone siempre estaban abiertos, y era fácil mirarlos, y volverlos a dejar como si nadie los hubiera tocado. Pero no hubo suerte tras mirar sobres y sobres, el 87 no apareció. Días después, un amigo de la calle me lo consiguió pero a cambio de todos mis cromos repetidos que serian casi más de 200. Cambié todos mis cromos repes por el ansiado 87… al llegar a casa allí estaba un tío mío también con el esperado 87…volví corriendo a buscar a mi amigo y recuperar todos mis repes, pero mi amigo ya no quiso, y me dolió más perder los repetidos que casi conseguir el cromo que me faltaba…
El álbum de “Érase una vez el hombre” constaba de unos 400 cromos, y el cromo que nunca aparecía era el cromo número 70. Durante muchos años me dio mucha pena ver el álbum casi completo y a falta de un cromo… aún recuerdo el disgusto que me llevé cuando fui al kiosco a comprarme más cromos para que me saliera el dichoso 70, y la quiosquera me dijo que ya no le quedaban más sobres de cromos y que ya no habría más…
Y por último, el álbum de “Festival del dibujo animado” constaba a su vez con un álbum interior dedicado a los personajes de Disney. El cromo que nunca salía era el dedicado a los dibujos del gato Jinx y los ratones Pixie y Dixie de Hanna Barbera y el cromo dedicado a Don Quijote de la Mancha. Nunca pude conseguirlos…
El tiempo pasó y pasó, y muchos de mis álbum fueron desapareciendo o bien tirados por mi madre o bien tirados por mí a principios de mi adolescencia, para demostrar quizás que ya dejaba de ser niño y ya era mayor…
Pero por cuestiones del destino, estos tres álbumes sobrevivieron, el de la abeja Maya, al ser el más fino, cayó por detrás de la cajonera de mi habitación y ahí permaneció escondido durante muchos años hasta que hace muy poco lo descubrí para mi enorme alegría y sorpresa. El álbum de "Érase una vez el hombre" lo encontré encima del armario de casa de mi abuela. Recuerdo que lo dejaba allí bien alto, para que mis primos pequeños ni lo tocaran ni se lo llevaran. Y el álbum del "Festival del dibujo animado", permaneció escondido dentro de una mochila pequeña junto a varios tebeos de Olé de Mortadelo y Filemón.
Gracias a Internet, he conseguido completar los dos álbumes que tenía incompletos, y hoy en día están guardados en un lugar privilegiado de mi casa, y les tengo un gran cariño a estos tres supervivientes de mi infancia. Y lo que recuerdo con más cariño era cuando venían los representantes de las editoriales de cromos a regalarnos el álbum y un sobre de cromos, y las largas colas que formábamos todos los niños para que nos pudiera tocar un álbum gratis o un sobre de cromos. Y los cromos más codiciados que recuerdo eran los que salían en los pastelitos Panrico de la serie Mazinger-Z, unos cromos troquelados de cartón que eran los personajes de la serie y se podían poner de pie. Cuantas tardes de sol recuerdo en la calle de mi abuela jugando e intercambiando estos divertidos cromos...
Pero hoy en día los tres álbumes que no vendería nunca ni por todo el oro del mundo son mis tres joyas de álbumes supervivientes que he citado anteriormente.
-José Mario Pérez López, de La Coruña
Supongo que la infancia, será para cada niño una época de las más felices de su vida, independientemente de cuales sean los años vividos. Para mí la década de los 60 y principio de los 70 (la mía), lógicamente ha sido la mejor. Era un período en que la incipiente televisión, empezaba a emitir un buen número de series y programas que hacían felices a todos los niños, pero todavía no era suficiente para absorber todo nuestro tiempo, el cual compartíamos con otros entretenimientos de estos años, entre los cuales se encontraba el coleccionismo de cromos en sus álbumes. Yo recuerdo especialmente el álbum (que todavía conservo) de "Vida y Color", y especialmente el cromo "vértebras, sacro y coxis", que se correspondía con el nº 317 y que era dificilísimo de conseguir (recuerdo que quién lo tenía, llegaba a pedir hasta la astronómica cifra de 500 pesetas de la época); yo al final le conseguí gracias a que mi padre lo encontró en un mercadillo dominical, y a pesar de todo pagó, cuando ya el álbum prácticamente se había dejado de coleccionar, la cantidad de 50 pesetas por él.
Otras colecciones que recuerdo fue la de "Geo Ciencias", la cual tenía el atractivo añadido, de que por cada 50 sobres vacíos que presentabas en tu kiosco, la editorial te regalaba una bolsa de minerales (de las que había tres diferentes); de Editorial Bruguera, recuerdo con mucho cariño un album titulado "Artistas de cine y de Tv", compuesta por 280 cromos de fotografías de actores de la época, que nos ilusionaba a los niños de entonces por tener representados en papel, todos aquellos protagonistas que admirábamos a través de la pequeña y gran pantalla.
Estos cromos anecdóticamente, se solían introducir en el mercado promocionándolos en los colegios, a los cuales llegaba un comercial (o viajante como llamábamos entonces) por todas las clases, pidiéndole permiso al maestro y nos regalaba a cada niño un sobre de la colección del momento, dejando en poder del profesor dos o tres álbumes, para que los sortease de la forma más oportuna que creyese entre todos los niños (desgraciadamente a mí nunca me tocó ningún álbum por sorteo, por lo que tenía que comprármelo en el kiosco) y poder comenzar la colección.
Así discurría nuestra infancia allá por los 60; entre cromos, tebeos, juguetitos de kiosco, figuritas que coleccionábamos que regalaban promocionalmente los detergentes, o regalaban en los chicles (especialmente los Dunkin), sobres sorpresa, o sencillamente jugando y callejeando con tus amigos...................
Que tiempos aquellos en los que éramos tan felices y no teníamos la necesidad de tanto modernismo, aunque siendo sinceros, hoy en día gracias a los medios que tenemos, los nostálgicos de épocas pasadas, podemos volver a recordar y conseguir parte de nuestra infancia.
Estos son los ganadores:
Ana Salomón Herrero, de Barcelona
El maravilloso mundo de los cromos: Uno se pregunta... ¿qué recuerdos son los más inmediatos de su infancia? Enseguida llegan términos como: el patio, los amigos, la diversión, los juegos, los juguetes y....los cromos. Por mucho que digan, los cromos son el recuerdo que más énfasis le damos, porque gracias a ellos, nuestra memoria realizaba esfuerzos titánicos de retentiva visual y mental colección tras colección.
También fomentaba los campos de la comunicación, el de la búsqueda, el del trueque, el de la economía y sobretodo el campo de la ilusión. Acabar un "Álbum" y ser el primero era todo un logro y una aventura.
Y si todo ello no era suficiente, tenías a tu amiga la "Editorial" para acabar aquellas tremebundas colecciones de cromos a cambio de cromos por sellos de correos sin usar (claro). Si eso no fuese suficiente, siempre quedaban los mercados y mercadillos para el intercambio de cromos. Recuerdo que también en el mundo de los cromos uno empezaba a conocer términos como la "especulación" económica, el "amiguismo" entre grupos, y algún caso que otro de "hipermillonarios" que lucían colecciones dobles y triples con "fajotes de cromos" imposibles de sujetar por mano alguna.
Sin olvidarnos de los 2 tipos de cromos que había...los de "kiosco" a 5 pesetas el sobre o los de "regalo" con productos lácteos, de bollería industrial o de los de la factoría del mal: los cromos de las chuches.
Para terminar, quisiera recordar los tiempos del Imedio, del Uhu o del Pritt, pegamentos todos ellos inolvidables, con los que administrábamos las dosis exactas para pegar aquellos cromos de cartón a aquellas hojas tan finas de los álbumes.....hasta que llegaron los "cromos adhesivos".
Eran tiempos divertidos, los cromos potenciaban la amistad y desarrollaban campos tales como la creatividad, el descaro y el coleccionismo...... sólo un niño sabe el "valor" de "aquel" cromo que le hizo feliz... inmensamente feliz... tanto que lo enseñaba a sus amigos como si de un tesoro se tratase. ¡Que vivan los cromos!
-Francisco López Cámara, de Puerto Sagunto (Valencia)
Mis tres álbumes favoritos son “La abeja Maya", de Danone 1978, “Érase una vez el hombre" de Pacosa 1979 y “Festival del dibujo animado” de 1980.
El álbum de la abeja Maya constaba de 96 cromos y el cromo que nunca salía era el 87. Recuerdo como mi madre habló con la de la tienda de mi barrio para que me lo pudiera conseguir. La tendera me dio un fajo de más de 100 sobres de cromos para que mirara si estaba allí. Por suerte, los sobres de Danone siempre estaban abiertos, y era fácil mirarlos, y volverlos a dejar como si nadie los hubiera tocado. Pero no hubo suerte tras mirar sobres y sobres, el 87 no apareció. Días después, un amigo de la calle me lo consiguió pero a cambio de todos mis cromos repetidos que serian casi más de 200. Cambié todos mis cromos repes por el ansiado 87… al llegar a casa allí estaba un tío mío también con el esperado 87…volví corriendo a buscar a mi amigo y recuperar todos mis repes, pero mi amigo ya no quiso, y me dolió más perder los repetidos que casi conseguir el cromo que me faltaba…
El álbum de “Érase una vez el hombre” constaba de unos 400 cromos, y el cromo que nunca aparecía era el cromo número 70. Durante muchos años me dio mucha pena ver el álbum casi completo y a falta de un cromo… aún recuerdo el disgusto que me llevé cuando fui al kiosco a comprarme más cromos para que me saliera el dichoso 70, y la quiosquera me dijo que ya no le quedaban más sobres de cromos y que ya no habría más…
Y por último, el álbum de “Festival del dibujo animado” constaba a su vez con un álbum interior dedicado a los personajes de Disney. El cromo que nunca salía era el dedicado a los dibujos del gato Jinx y los ratones Pixie y Dixie de Hanna Barbera y el cromo dedicado a Don Quijote de la Mancha. Nunca pude conseguirlos…
El tiempo pasó y pasó, y muchos de mis álbum fueron desapareciendo o bien tirados por mi madre o bien tirados por mí a principios de mi adolescencia, para demostrar quizás que ya dejaba de ser niño y ya era mayor…
Pero por cuestiones del destino, estos tres álbumes sobrevivieron, el de la abeja Maya, al ser el más fino, cayó por detrás de la cajonera de mi habitación y ahí permaneció escondido durante muchos años hasta que hace muy poco lo descubrí para mi enorme alegría y sorpresa. El álbum de "Érase una vez el hombre" lo encontré encima del armario de casa de mi abuela. Recuerdo que lo dejaba allí bien alto, para que mis primos pequeños ni lo tocaran ni se lo llevaran. Y el álbum del "Festival del dibujo animado", permaneció escondido dentro de una mochila pequeña junto a varios tebeos de Olé de Mortadelo y Filemón.
Gracias a Internet, he conseguido completar los dos álbumes que tenía incompletos, y hoy en día están guardados en un lugar privilegiado de mi casa, y les tengo un gran cariño a estos tres supervivientes de mi infancia. Y lo que recuerdo con más cariño era cuando venían los representantes de las editoriales de cromos a regalarnos el álbum y un sobre de cromos, y las largas colas que formábamos todos los niños para que nos pudiera tocar un álbum gratis o un sobre de cromos. Y los cromos más codiciados que recuerdo eran los que salían en los pastelitos Panrico de la serie Mazinger-Z, unos cromos troquelados de cartón que eran los personajes de la serie y se podían poner de pie. Cuantas tardes de sol recuerdo en la calle de mi abuela jugando e intercambiando estos divertidos cromos...
Pero hoy en día los tres álbumes que no vendería nunca ni por todo el oro del mundo son mis tres joyas de álbumes supervivientes que he citado anteriormente.
-José Mario Pérez López, de La Coruña
Supongo que la infancia, será para cada niño una época de las más felices de su vida, independientemente de cuales sean los años vividos. Para mí la década de los 60 y principio de los 70 (la mía), lógicamente ha sido la mejor. Era un período en que la incipiente televisión, empezaba a emitir un buen número de series y programas que hacían felices a todos los niños, pero todavía no era suficiente para absorber todo nuestro tiempo, el cual compartíamos con otros entretenimientos de estos años, entre los cuales se encontraba el coleccionismo de cromos en sus álbumes. Yo recuerdo especialmente el álbum (que todavía conservo) de "Vida y Color", y especialmente el cromo "vértebras, sacro y coxis", que se correspondía con el nº 317 y que era dificilísimo de conseguir (recuerdo que quién lo tenía, llegaba a pedir hasta la astronómica cifra de 500 pesetas de la época); yo al final le conseguí gracias a que mi padre lo encontró en un mercadillo dominical, y a pesar de todo pagó, cuando ya el álbum prácticamente se había dejado de coleccionar, la cantidad de 50 pesetas por él.
Otras colecciones que recuerdo fue la de "Geo Ciencias", la cual tenía el atractivo añadido, de que por cada 50 sobres vacíos que presentabas en tu kiosco, la editorial te regalaba una bolsa de minerales (de las que había tres diferentes); de Editorial Bruguera, recuerdo con mucho cariño un album titulado "Artistas de cine y de Tv", compuesta por 280 cromos de fotografías de actores de la época, que nos ilusionaba a los niños de entonces por tener representados en papel, todos aquellos protagonistas que admirábamos a través de la pequeña y gran pantalla.
Estos cromos anecdóticamente, se solían introducir en el mercado promocionándolos en los colegios, a los cuales llegaba un comercial (o viajante como llamábamos entonces) por todas las clases, pidiéndole permiso al maestro y nos regalaba a cada niño un sobre de la colección del momento, dejando en poder del profesor dos o tres álbumes, para que los sortease de la forma más oportuna que creyese entre todos los niños (desgraciadamente a mí nunca me tocó ningún álbum por sorteo, por lo que tenía que comprármelo en el kiosco) y poder comenzar la colección.
Así discurría nuestra infancia allá por los 60; entre cromos, tebeos, juguetitos de kiosco, figuritas que coleccionábamos que regalaban promocionalmente los detergentes, o regalaban en los chicles (especialmente los Dunkin), sobres sorpresa, o sencillamente jugando y callejeando con tus amigos...................
Que tiempos aquellos en los que éramos tan felices y no teníamos la necesidad de tanto modernismo, aunque siendo sinceros, hoy en día gracias a los medios que tenemos, los nostálgicos de épocas pasadas, podemos volver a recordar y conseguir parte de nuestra infancia.
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