Una vez finalizado el concurso de "Los cromos de tu vida”, ya tenemos a los ganadores. ¡Felicidades a todos ellos!
Estos son los ganadores:
Ana Salomón Herrero, de Barcelona
El maravilloso mundo de los cromos: Uno se pregunta... ¿qué recuerdos son los más inmediatos de su infancia? Enseguida llegan términos como: el patio, los amigos, la diversión, los juegos, los juguetes y....los cromos. Por mucho que digan, los cromos son el recuerdo que más énfasis le damos, porque gracias a ellos, nuestra memoria realizaba esfuerzos titánicos de retentiva visual y mental colección tras colección.
También fomentaba los campos de la comunicación, el de la búsqueda, el del trueque, el de la economía y sobretodo el campo de la ilusión. Acabar un "Álbum" y ser el primero era todo un logro y una aventura.
Y si todo ello no era suficiente, tenías a tu amiga la "Editorial" para acabar aquellas tremebundas colecciones de cromos a cambio de cromos por sellos de correos sin usar (claro). Si eso no fuese suficiente, siempre quedaban los mercados y mercadillos para el intercambio de cromos. Recuerdo que también en el mundo de los cromos uno empezaba a conocer términos como la "especulación" económica, el "amiguismo" entre grupos, y algún caso que otro de "hipermillonarios" que lucían colecciones dobles y triples con "fajotes de cromos" imposibles de sujetar por mano alguna.
Sin olvidarnos de los 2 tipos de cromos que había...los de "kiosco" a 5 pesetas el sobre o los de "regalo" con productos lácteos, de bollería industrial o de los de la factoría del mal: los cromos de las chuches.
Para terminar, quisiera recordar los tiempos del Imedio, del Uhu o del Pritt, pegamentos todos ellos inolvidables, con los que administrábamos las dosis exactas para pegar aquellos cromos de cartón a aquellas hojas tan finas de los álbumes.....hasta que llegaron los "cromos adhesivos".
Eran tiempos divertidos, los cromos potenciaban la amistad y desarrollaban campos tales como la creatividad, el descaro y el coleccionismo...... sólo un niño sabe el "valor" de "aquel" cromo que le hizo feliz... inmensamente feliz... tanto que lo enseñaba a sus amigos como si de un tesoro se tratase. ¡Que vivan los cromos!
-Francisco López Cámara, de Puerto Sagunto (Valencia)
Mis tres álbumes favoritos son “La abeja Maya", de Danone 1978, “Érase una vez el hombre" de Pacosa 1979 y “Festival del dibujo animado” de 1980.
El álbum de la abeja Maya constaba de 96 cromos y el cromo que nunca salía era el 87. Recuerdo como mi madre habló con la de la tienda de mi barrio para que me lo pudiera conseguir. La tendera me dio un fajo de más de 100 sobres de cromos para que mirara si estaba allí. Por suerte, los sobres de Danone siempre estaban abiertos, y era fácil mirarlos, y volverlos a dejar como si nadie los hubiera tocado. Pero no hubo suerte tras mirar sobres y sobres, el 87 no apareció. Días después, un amigo de la calle me lo consiguió pero a cambio de todos mis cromos repetidos que serian casi más de 200. Cambié todos mis cromos repes por el ansiado 87… al llegar a casa allí estaba un tío mío también con el esperado 87…volví corriendo a buscar a mi amigo y recuperar todos mis repes, pero mi amigo ya no quiso, y me dolió más perder los repetidos que casi conseguir el cromo que me faltaba…
El álbum de “Érase una vez el hombre” constaba de unos 400 cromos, y el cromo que nunca aparecía era el cromo número 70. Durante muchos años me dio mucha pena ver el álbum casi completo y a falta de un cromo… aún recuerdo el disgusto que me llevé cuando fui al kiosco a comprarme más cromos para que me saliera el dichoso 70, y la quiosquera me dijo que ya no le quedaban más sobres de cromos y que ya no habría más…
Y por último, el álbum de “Festival del dibujo animado” constaba a su vez con un álbum interior dedicado a los personajes de Disney. El cromo que nunca salía era el dedicado a los dibujos del gato Jinx y los ratones Pixie y Dixie de Hanna Barbera y el cromo dedicado a Don Quijote de la Mancha. Nunca pude conseguirlos…
El tiempo pasó y pasó, y muchos de mis álbum fueron desapareciendo o bien tirados por mi madre o bien tirados por mí a principios de mi adolescencia, para demostrar quizás que ya dejaba de ser niño y ya era mayor…
Pero por cuestiones del destino, estos tres álbumes sobrevivieron, el de la abeja Maya, al ser el más fino, cayó por detrás de la cajonera de mi habitación y ahí permaneció escondido durante muchos años hasta que hace muy poco lo descubrí para mi enorme alegría y sorpresa. El álbum de "Érase una vez el hombre" lo encontré encima del armario de casa de mi abuela. Recuerdo que lo dejaba allí bien alto, para que mis primos pequeños ni lo tocaran ni se lo llevaran. Y el álbum del "Festival del dibujo animado", permaneció escondido dentro de una mochila pequeña junto a varios tebeos de Olé de Mortadelo y Filemón.
Gracias a Internet, he conseguido completar los dos álbumes que tenía incompletos, y hoy en día están guardados en un lugar privilegiado de mi casa, y les tengo un gran cariño a estos tres supervivientes de mi infancia. Y lo que recuerdo con más cariño era cuando venían los representantes de las editoriales de cromos a regalarnos el álbum y un sobre de cromos, y las largas colas que formábamos todos los niños para que nos pudiera tocar un álbum gratis o un sobre de cromos. Y los cromos más codiciados que recuerdo eran los que salían en los pastelitos Panrico de la serie Mazinger-Z, unos cromos troquelados de cartón que eran los personajes de la serie y se podían poner de pie. Cuantas tardes de sol recuerdo en la calle de mi abuela jugando e intercambiando estos divertidos cromos...
Pero hoy en día los tres álbumes que no vendería nunca ni por todo el oro del mundo son mis tres joyas de álbumes supervivientes que he citado anteriormente.
-José Mario Pérez López, de La Coruña
Supongo que la infancia, será para cada niño una época de las más felices de su vida, independientemente de cuales sean los años vividos. Para mí la década de los 60 y principio de los 70 (la mía), lógicamente ha sido la mejor. Era un período en que la incipiente televisión, empezaba a emitir un buen número de series y programas que hacían felices a todos los niños, pero todavía no era suficiente para absorber todo nuestro tiempo, el cual compartíamos con otros entretenimientos de estos años, entre los cuales se encontraba el coleccionismo de cromos en sus álbumes. Yo recuerdo especialmente el álbum (que todavía conservo) de "Vida y Color", y especialmente el cromo "vértebras, sacro y coxis", que se correspondía con el nº 317 y que era dificilísimo de conseguir (recuerdo que quién lo tenía, llegaba a pedir hasta la astronómica cifra de 500 pesetas de la época); yo al final le conseguí gracias a que mi padre lo encontró en un mercadillo dominical, y a pesar de todo pagó, cuando ya el álbum prácticamente se había dejado de coleccionar, la cantidad de 50 pesetas por él.
Otras colecciones que recuerdo fue la de "Geo Ciencias", la cual tenía el atractivo añadido, de que por cada 50 sobres vacíos que presentabas en tu kiosco, la editorial te regalaba una bolsa de minerales (de las que había tres diferentes); de Editorial Bruguera, recuerdo con mucho cariño un album titulado "Artistas de cine y de Tv", compuesta por 280 cromos de fotografías de actores de la época, que nos ilusionaba a los niños de entonces por tener representados en papel, todos aquellos protagonistas que admirábamos a través de la pequeña y gran pantalla.
Estos cromos anecdóticamente, se solían introducir en el mercado promocionándolos en los colegios, a los cuales llegaba un comercial (o viajante como llamábamos entonces) por todas las clases, pidiéndole permiso al maestro y nos regalaba a cada niño un sobre de la colección del momento, dejando en poder del profesor dos o tres álbumes, para que los sortease de la forma más oportuna que creyese entre todos los niños (desgraciadamente a mí nunca me tocó ningún álbum por sorteo, por lo que tenía que comprármelo en el kiosco) y poder comenzar la colección.
Así discurría nuestra infancia allá por los 60; entre cromos, tebeos, juguetitos de kiosco, figuritas que coleccionábamos que regalaban promocionalmente los detergentes, o regalaban en los chicles (especialmente los Dunkin), sobres sorpresa, o sencillamente jugando y callejeando con tus amigos...................
Que tiempos aquellos en los que éramos tan felices y no teníamos la necesidad de tanto modernismo, aunque siendo sinceros, hoy en día gracias a los medios que tenemos, los nostálgicos de épocas pasadas, podemos volver a recordar y conseguir parte de nuestra infancia.
Estos son los ganadores:
Ana Salomón Herrero, de Barcelona
El maravilloso mundo de los cromos: Uno se pregunta... ¿qué recuerdos son los más inmediatos de su infancia? Enseguida llegan términos como: el patio, los amigos, la diversión, los juegos, los juguetes y....los cromos. Por mucho que digan, los cromos son el recuerdo que más énfasis le damos, porque gracias a ellos, nuestra memoria realizaba esfuerzos titánicos de retentiva visual y mental colección tras colección.
También fomentaba los campos de la comunicación, el de la búsqueda, el del trueque, el de la economía y sobretodo el campo de la ilusión. Acabar un "Álbum" y ser el primero era todo un logro y una aventura.
Y si todo ello no era suficiente, tenías a tu amiga la "Editorial" para acabar aquellas tremebundas colecciones de cromos a cambio de cromos por sellos de correos sin usar (claro). Si eso no fuese suficiente, siempre quedaban los mercados y mercadillos para el intercambio de cromos. Recuerdo que también en el mundo de los cromos uno empezaba a conocer términos como la "especulación" económica, el "amiguismo" entre grupos, y algún caso que otro de "hipermillonarios" que lucían colecciones dobles y triples con "fajotes de cromos" imposibles de sujetar por mano alguna.
Sin olvidarnos de los 2 tipos de cromos que había...los de "kiosco" a 5 pesetas el sobre o los de "regalo" con productos lácteos, de bollería industrial o de los de la factoría del mal: los cromos de las chuches.
Para terminar, quisiera recordar los tiempos del Imedio, del Uhu o del Pritt, pegamentos todos ellos inolvidables, con los que administrábamos las dosis exactas para pegar aquellos cromos de cartón a aquellas hojas tan finas de los álbumes.....hasta que llegaron los "cromos adhesivos".
Eran tiempos divertidos, los cromos potenciaban la amistad y desarrollaban campos tales como la creatividad, el descaro y el coleccionismo...... sólo un niño sabe el "valor" de "aquel" cromo que le hizo feliz... inmensamente feliz... tanto que lo enseñaba a sus amigos como si de un tesoro se tratase. ¡Que vivan los cromos!
-Francisco López Cámara, de Puerto Sagunto (Valencia)
Mis tres álbumes favoritos son “La abeja Maya", de Danone 1978, “Érase una vez el hombre" de Pacosa 1979 y “Festival del dibujo animado” de 1980.
El álbum de la abeja Maya constaba de 96 cromos y el cromo que nunca salía era el 87. Recuerdo como mi madre habló con la de la tienda de mi barrio para que me lo pudiera conseguir. La tendera me dio un fajo de más de 100 sobres de cromos para que mirara si estaba allí. Por suerte, los sobres de Danone siempre estaban abiertos, y era fácil mirarlos, y volverlos a dejar como si nadie los hubiera tocado. Pero no hubo suerte tras mirar sobres y sobres, el 87 no apareció. Días después, un amigo de la calle me lo consiguió pero a cambio de todos mis cromos repetidos que serian casi más de 200. Cambié todos mis cromos repes por el ansiado 87… al llegar a casa allí estaba un tío mío también con el esperado 87…volví corriendo a buscar a mi amigo y recuperar todos mis repes, pero mi amigo ya no quiso, y me dolió más perder los repetidos que casi conseguir el cromo que me faltaba…
El álbum de “Érase una vez el hombre” constaba de unos 400 cromos, y el cromo que nunca aparecía era el cromo número 70. Durante muchos años me dio mucha pena ver el álbum casi completo y a falta de un cromo… aún recuerdo el disgusto que me llevé cuando fui al kiosco a comprarme más cromos para que me saliera el dichoso 70, y la quiosquera me dijo que ya no le quedaban más sobres de cromos y que ya no habría más…
Y por último, el álbum de “Festival del dibujo animado” constaba a su vez con un álbum interior dedicado a los personajes de Disney. El cromo que nunca salía era el dedicado a los dibujos del gato Jinx y los ratones Pixie y Dixie de Hanna Barbera y el cromo dedicado a Don Quijote de la Mancha. Nunca pude conseguirlos…
El tiempo pasó y pasó, y muchos de mis álbum fueron desapareciendo o bien tirados por mi madre o bien tirados por mí a principios de mi adolescencia, para demostrar quizás que ya dejaba de ser niño y ya era mayor…
Pero por cuestiones del destino, estos tres álbumes sobrevivieron, el de la abeja Maya, al ser el más fino, cayó por detrás de la cajonera de mi habitación y ahí permaneció escondido durante muchos años hasta que hace muy poco lo descubrí para mi enorme alegría y sorpresa. El álbum de "Érase una vez el hombre" lo encontré encima del armario de casa de mi abuela. Recuerdo que lo dejaba allí bien alto, para que mis primos pequeños ni lo tocaran ni se lo llevaran. Y el álbum del "Festival del dibujo animado", permaneció escondido dentro de una mochila pequeña junto a varios tebeos de Olé de Mortadelo y Filemón.
Gracias a Internet, he conseguido completar los dos álbumes que tenía incompletos, y hoy en día están guardados en un lugar privilegiado de mi casa, y les tengo un gran cariño a estos tres supervivientes de mi infancia. Y lo que recuerdo con más cariño era cuando venían los representantes de las editoriales de cromos a regalarnos el álbum y un sobre de cromos, y las largas colas que formábamos todos los niños para que nos pudiera tocar un álbum gratis o un sobre de cromos. Y los cromos más codiciados que recuerdo eran los que salían en los pastelitos Panrico de la serie Mazinger-Z, unos cromos troquelados de cartón que eran los personajes de la serie y se podían poner de pie. Cuantas tardes de sol recuerdo en la calle de mi abuela jugando e intercambiando estos divertidos cromos...
Pero hoy en día los tres álbumes que no vendería nunca ni por todo el oro del mundo son mis tres joyas de álbumes supervivientes que he citado anteriormente.
-José Mario Pérez López, de La Coruña
Supongo que la infancia, será para cada niño una época de las más felices de su vida, independientemente de cuales sean los años vividos. Para mí la década de los 60 y principio de los 70 (la mía), lógicamente ha sido la mejor. Era un período en que la incipiente televisión, empezaba a emitir un buen número de series y programas que hacían felices a todos los niños, pero todavía no era suficiente para absorber todo nuestro tiempo, el cual compartíamos con otros entretenimientos de estos años, entre los cuales se encontraba el coleccionismo de cromos en sus álbumes. Yo recuerdo especialmente el álbum (que todavía conservo) de "Vida y Color", y especialmente el cromo "vértebras, sacro y coxis", que se correspondía con el nº 317 y que era dificilísimo de conseguir (recuerdo que quién lo tenía, llegaba a pedir hasta la astronómica cifra de 500 pesetas de la época); yo al final le conseguí gracias a que mi padre lo encontró en un mercadillo dominical, y a pesar de todo pagó, cuando ya el álbum prácticamente se había dejado de coleccionar, la cantidad de 50 pesetas por él.
Otras colecciones que recuerdo fue la de "Geo Ciencias", la cual tenía el atractivo añadido, de que por cada 50 sobres vacíos que presentabas en tu kiosco, la editorial te regalaba una bolsa de minerales (de las que había tres diferentes); de Editorial Bruguera, recuerdo con mucho cariño un album titulado "Artistas de cine y de Tv", compuesta por 280 cromos de fotografías de actores de la época, que nos ilusionaba a los niños de entonces por tener representados en papel, todos aquellos protagonistas que admirábamos a través de la pequeña y gran pantalla.
Estos cromos anecdóticamente, se solían introducir en el mercado promocionándolos en los colegios, a los cuales llegaba un comercial (o viajante como llamábamos entonces) por todas las clases, pidiéndole permiso al maestro y nos regalaba a cada niño un sobre de la colección del momento, dejando en poder del profesor dos o tres álbumes, para que los sortease de la forma más oportuna que creyese entre todos los niños (desgraciadamente a mí nunca me tocó ningún álbum por sorteo, por lo que tenía que comprármelo en el kiosco) y poder comenzar la colección.
Así discurría nuestra infancia allá por los 60; entre cromos, tebeos, juguetitos de kiosco, figuritas que coleccionábamos que regalaban promocionalmente los detergentes, o regalaban en los chicles (especialmente los Dunkin), sobres sorpresa, o sencillamente jugando y callejeando con tus amigos...................
Que tiempos aquellos en los que éramos tan felices y no teníamos la necesidad de tanto modernismo, aunque siendo sinceros, hoy en día gracias a los medios que tenemos, los nostálgicos de épocas pasadas, podemos volver a recordar y conseguir parte de nuestra infancia.
Enhorabuena por organizar este concurso. Yo también coleccionaba álbums de cromos, y aún guardo el de animales! Por cierto, nuestro centro, el ICCC, organiza un concurso de cómics y prevención cardiovascular. Si queréis saber más tenéis las bases en nuestro blog oficial: http://cardiocomic.blogspot.com
ResponderEliminarEnhorabuena a los premiados de esta iniciativa!
Saludos desde Barcelona
Compañero José Mº Perez:
ResponderEliminarMe enorgullece que recuerdes con cariño, despues de 30 años, "Festival del dibujo animado". Junto con "mis casitas" y "técnica y acción", fueron los ultimos albumes de Ediciones Este que ilustré "casi" al completo,(cubiertas incluidas) "mis casitas, del todo.
"Festival..." es el que más problemas me dió.
Imitar todos los estilos fué dificil (porque no se si sabeis, que no se aprovechó ningun dibujo original de las series)
Por lo menos no tuve el problema de pillar Pixi y Dixi, ni el Quijote; la editorial me facilitó un par de albumes completos...
Isidre Monés
Felicidades por la excelente idea de los albumes de cromos, propongo dos que creo que son imprescindibles por su antiguedad y éxito, son " Vida y costumbre de los vikingos" y "Soldados de todos los tiempos".
ResponderEliminarYo también me apunto a los albumes de cromos,y el de "Soldados de todos los tiempos" me parece fundamental.
ResponderEliminarDe pequeño mi padre me compraba los sobres de cromos y todavía añoro esos tiempos.
Aquí teneis un comprador seguro de ese album.
Pues Isidre, soy Francisco, el que escribió lo del album Festival del Dibujo Animado, decirte que ese album fué uno de los mejores de aquellos años, ya que era como una especie de enciclopedia de los dibujos animados, estaban todas las series, las de Hanna barbera, las de la Warner, Disney, Super heroes, los de anuncios de TVE, y los clásicos de nuestra infancia Heidi, Marco, Mazinger Z, etc... Y como en aquella epoca no habia ni videos, ni internet, ni nada parecido, era la única manera de ver y ver a nuestros personajes favoritos en aquellos estupendos cromos de cartón (siempre los he preferido a los actuales que parecen más pegatinas que cromos). Ese album es ya una joya!!!
ResponderEliminarPues que bien, Francisco, que recuerdes aquel viejo album.
ResponderEliminarSi coleccionaste esos cromos, igual conociste los juegos Cefa, son de esa misma época, no existian los videojuegos y pretendían de forma "ligth" entrar en el mundo mágico y oscuro (de buen rollo) de los juegos de Rol emergentes en aquellos 80.
Los dibuje todos, Templo Cobra, Dagón,Yarek, Misterio...etc,
Mi experiencia en los comics de Creepy y Vampirella,en los 70, me ayudaron.
Oye, escríbeme y hablamos de esas cosas. me rejuvenece.
Isidre
Isidre
Hola: ya he recibido los álbumes y me han encantado, me ha hecho mucha ilusión el ganar uno de estos premios, me he sentido por un momento un niño grande. Enhorabuena por la página, que es magnífica de cara a toda la información que podemos recibir sobre novedades y eventos de ediciciones B. Un cordial saludo: Mario
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras Mario. Nos alegra que te hayan gustado los álbumes de cromos.
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