Hoy os dejo con un artículo muy especial sobre Superlópez, que nos adentra en los viajes de nuestro héroe favorito. Un texto firmado por el especialista en el personaje y la materia, como Carlos de Gregorio. ¡A disfrutarlo!
LOS VIAJES DE SUPERLÓPEZ
Desde que tengo memoria, en mis sueños no he dejado de viajar. He soñado con viajes a lugares lejanos y para ello me he servido de todo tipo de medios de transporte, desde trenes hasta naves espaciales. Los viajes a lugares desconocidos han llenado siempre mi imaginación y mis fantasías, y creo que ése es uno de los motivos por los que nunca he dejado de leer historias de viajes. A través de los tebeos he viajado con Tintín, con Astérix, con Spirou y Fantasio, con el Príncipe Valiente y con Mortadelo y Filemón. Pero, por encima de todos ellos, no he dejado de viajar con Superlópez desde que nos conocimos hace más de treinta años. Superlópez es para mí el viajero del cómic por excelencia, porque no sólo ha recorrido nuestro planeta de cabo a rabo sino que en sus historias ha visitado otros mundos y dimensiones paralelas, e incluso ha viajado a través del tiempo en más de una ocasión. Además, los viajes de Superlópez nunca son simples excusas para variar y enriquecer el decorado de sus aventuras. En sus viajes, por lejanos que sean, siempre encontramos un reflejo y una denuncia de los males de nuestra sociedad, como sucede con las obras de los grandes autores de ciencia-ficción y fantasía.
Recorriendo los álbumes de Superlópez es fácil quedar sorprendido ante el increíble trabajo de documentación de su autor, que en muchos casos visitó personalmente los lugares que aparecen en su obra y supo dibujarlos sin escatimar detalles, de forma que al leer sus aventuras nos sentimos transportados a sus escenarios como los propios protagonistas. Os propongo hacer un pequeño recorrido por los principales lugares que han aparecido en la serie a lo largo de sus cuatro décadas de vida.
Barcelona, en Politono Hamelín |
El lugar más visitado por Superlópez es, obviamente, la ciudad donde vive, Barcelona. A lo largo de toda la serie podemos identificar muchos lugares conocidos de esta ciudad, desde sus principales monumentos hasta los medios de transporte como el autobús o el metro. En Barcelona se ubica la empresa donde trabaja el protagonista, y es también allí donde viven sus principales amigos y muchos de sus enemigos.
Al alejarnos de Barcelona nos encontramos con otras poblaciones catalanas, entre las que destacan las de la comarca del Ripollès (Gerona): Camprodón, el hotel-balneario de Ribes de Freser que inspiró la aventura “Hotel Pánico” y el Museo Etnográfico de Ripoll son algunos de los escenarios por donde han transcurrido las aventuras de Superlópez.
Madrid, En busca del templo perdido |
Nuestro héroe ha viajado también, claro está, a otras localidades españolas. En Madrid visitamos lugares tan emblemáticos como el Museo del Prado y el Templo de Debod. Las costas gallegas son uno de los escenarios del álbum “Monster Chapapote”, en el que Jan se hizo eco de la tragedia del Prestige. Y no debemos olvidarnos de Toral de los Vados (León), la localidad natal del autor, a la que rinde homenaje en el álbum “Asesinato en el Toral Express”.
Magos del Humor nº 150 |
Leyendo a Superlópez podemos recorrer de punta a punta el continente europeo: Andorra, Francia, Italia, Holanda, Alemania, el Reino Unido, Bulgaria, Islandia… y algún otro lugar difícil de encontrar en nuestros mapas, como Tontecarlo, un país que vive del turismo y, claro está, del juego.
El continente asiático también ha sido un destino frecuente de Superlópez: las laderas del monte Everest, Japón, Vietnam, la India… Muchos viajes a Asia son aprovechados para denunciar las injusticias y las guerras que sufre un continente desgarrado por la violencia. Por ejemplo, encontramos un Afganistán en ruinas y gobernado por los talibanes en “Nosotros los Papino”. En “Tú, robot” aparece este mismo país, además de otros lugares inmersos en conflictos violentos, como Irak, Israel y la Palestina ocupada. En “La feria de la muerte” visitamos la feria de armamento de Dabai, que atrae a narcotraficantes e incluso a extraterrestres (un reflejo de la feria que se celebra en Abu Dhabi, capital de los Emiratos Árabes Unidos). En “El dios del bit” resulta satirizada la antigua Unión Soviética, a través de la base de lanzamientos espaciales de Kochinokur.
Varios países africanos son también visitados por Superlópez en sus viajes: Egipto, Somalia, Túnez, el desierto del Sahara… En ocasiones Jan nos muestra la realidad africana a través de países imaginarios como Djebana, en el Norte de África, o Bombokie, una nación centroafricana que el autor utiliza para denunciar la situación de las dictaduras de aquel continente.
Cruzamos el Atlántico y llegamos al continente americano, que Superlópez ha recorrido extensamente en sus aventuras. De norte a sur, Superlópez ha visitado Miami, las ruinas precolombinas de Teotihuacan (México), el campo de concentración estadounidense de Guantánamo (Cuba), la selva amazónica y ha llegado hasta Ushuaia (Argentina), en el extremo Sur del continente americano. Además de estos destinos “reales”, en el álbum “Monster Chapapote” viajamos a Cacaraibo, puerto de la República de Tienesuela desde donde parten numerosos buques petroleros.
Villa Soledad, en Aventuras de Superlópez |
En el Polo Norte nos encontramos con Villa Soledad, refugio de nuestro héroe, y sus aventuras nos han conducido también hasta el otro extremo del mundo, la Antártida. Además, hemos podido visitar el interior de nuestro planeta en “El Señor de los Chupetes” y, por supuesto, en el álbum “Al centro de la Tierra”.
La serie de Superlópez nunca ha dejado de lado los argumentos propios de la ciencia-ficción. Ya en sus primitivas historietas de una página recorrió el sistema solar, y desde entonces no ha dejado de viajar por todo el universo. Por supuesto, las razas extraterrestres que conocemos en estos lugares tan alejados de nuestro mundo no son más que un reflejo satírico de nosotros mismos.
El Olimpo, en La caja de Pandora |
En “La caja de Pandora” visitamos el cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter, donde nos encontramos con los dioses del Olimpo y otras divinidades de diversas culturas. Más allá de nuestro sistema solar, el primer lugar del que tenemos noticia en la serie es Chitón, el planeta natal de Superlópez, del que partió siendo un bebé. A lo largo de sus aventuras conoceremos otros mundos como el planeta Koskatilla, cuyos habitantes necesitan ozono para respirar, o la Nebulosa de las Perplejidades, donde una serie de planetas interdependientes sustentan su economía en torno a la industria bélica y al comercio de armas y minas antipersonas. El planeta Kaxim es utilizado por Jan para hacer una sátira feroz de los regímenes políticos autoritarios, del golpismo y de todo lo que rodea los procesos electorales. El último de los viajes espaciales de Superlópez, en el reciente álbum “Los recorta planetas”, sirve a Jan para denunciar la especulación económica y los recortes sociales.
Magos del Humor 154 |
Superlópez ha visitado también dimensiones paralelas a nuestro universo, como la Dimensión Oscura, el ciberespacio, “El mundo de al lado”, que nos muestra los efectos de la sobreexplotación de los recursos naturales, el universo fantástico de “La brújula esdrújula”, el mundo de pesadilla de “Hipotecarión” (no demasiado alejado del nuestro) y el mismísimo Infierno, en un magnífico álbum inspirado por la inmortal obra de Dante.
Y terminamos nuestro recorrido recordando los viajes por el tiempo que también aparecen en la serie, tanto a un futuro paralelo (en el álbum “La acera del tiempo”) como al pasado, dando a nuestro héroe la oportunidad de intervenir en la tercera guerra carlista (en “El patio de tu casa es particular”) y de conocer a Paul Gauguin y Vincent Van Gogh en Arles (Francia), en las páginas de “La casa amarilla”.
Arles, en el siglo XIX, La casa amarilla |
Leer las aventuras de Superlópez es un auténtico placer para quienes soñamos con los viajes por todo el mundo y más allá, sin más límites que los que nos imponga la imaginación. Jan nos adentra en cada álbum en un viaje distinto, siempre desde la perspectiva del humor y, sobre todo, haciendo una clara apuesta del lado de los desfavorecidos, con un espíritu constante de denuncia de las injusticias, la violencia de todo tipo y las mafias económicas. Sumergirse en las aventuras de Superlópez es adentrarse en la aventura, la ciencia-ficción y la fantasía, sin dejar de lado jamás el espíritu ecologista, de solidaridad y de compromiso con el mundo en que vivimos.
Todos los viajes de Superlópez bien ordenaditos, desde los más cercanos a los más lejanos. Muy buen artículo, Carlos. Enhorabuena. :D
ResponderEliminarExcelente análisis de los viajes de Superlópez :)
ResponderEliminarGracias a vosotros por vuestras palabras, y a Jameson por darme la oportunidad de compartir este pequeño artículo en la Factoría del Cómic.
ResponderEliminarY enhorabuena a Kaximpo por mantener siempre al día desde hace tanto tiempo la excelente Página Escarolitrópica Gmnésica, referencia obligada para todo fan de Superlópez.
Gracias a ti, Carlos, por aceptar mi propuesta. Un saludo.
EliminarGenial Señor Ogro ;) Creo que me los he leido todos, pero es impresionante leer la cantidad de sitios diferentes en los que Jan ha ubicado a su personaje.
ResponderEliminarGracias, Birobiro. Yo mismo me he sorprendido mientras escribía este texto, y me han dado ganas de releerme la serie entera para volver a visitar todos estos lugares.
ResponderEliminargeniallll
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado, Manel. ;-)
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